En
la Unillanos nos encontramos alrededor de 5.676 estudiantes (según el pasado
censo electoral), distribuidos en las dos sedes de la universidad en
Villavicencio y en los 6 puntos donde hay CERES en regiones del departamento
del Meta como Puerto Gaitán (Satélite Manacacías), Puerto López (Río Meta),
Castilla La Nueva (Piedemonte Centro), San Juan de Arama (Macarena) y Granada (Río
Ariari), y en el departamento del Guaviare en su capital San José del Guaviare
(Makú).
Los
CERES (Centros Regionales de Educación Superior) son lugares “dotados de
infraestructura tecnológica de información y comunicación” que se establecen
por medio de convenios entre los gobiernos departamentales y locales, el sector
productivo e instituciones de educación superior que ofrezcan los programas
académicos y sean las operadoras del mismo.
Aunque
en la caracterización se enuncia que “la oferta académica debe ser la respuesta
a un análisis de requerimientos específicos de la zona de influencia”, en cada
uno de los CERES se ofertan los mismos programas de la siguiente manera: por
parte de la Universidad del Tolima
los programas de Salud Ocupacional y Administración Financiera. Por parte de la
Unillanos los programas de
Contaduría, Administración de Empresas y Mercadeo, aunque estos programas serán
descontinuados por parte de nuestra universidad, de hecho en estos momentos
solo se encuentran semestre de 7mo, 8vo, 9no y 10mo, en estas últimas carreras.
Con la preocupación de que se descontinúen este tipo de programas que permiten
la cobertura académica y la oportunidad de acceder a la educación superior en
zonas alejadas de Villavicencio, pero que siguen haciendo parte de la Orinoquía
colombiana, nos preguntamos ¿Cómo es
posible que la Universidad de los Llanos, no se haga responsable de la
educación en estas zonas siendo universidad de carácter regional?
Dos
razones nos impulsaron con un compañero a visitar en moto algunos de estos
CERES, una de ellas fue conocer de
primera mano las condiciones académicas y el nivel de pertinencia que tienen
estos programas en sus zonas de influencia, y la segunda, la de dar a conocer y discutir con estos estudiantes nuestras
propuestas y visiones de la universidad que queremos. Estos mismos compañeros
nos planteaban vehementemente las precarias condiciones académicas y el
abandono del que son víctimas por parte la administración, además de esto, nos
decían que este tipo de programas, aunque con todas sus falencias, siguen
siendo importantes y presentando gran impacto en la formación académica de estas
zonas.
Nuestra
travesía en moto inició el viernes en la tarde donde partimos directamente
hacia San José del Guaviare, en las más de 5 horas de viaje pudimos conocer la
geografía de nuestro departamento del Meta hacia la zona del Bajo Ariari, donde
desde Villavicencio a Puerto Lleras eran mayoritarios los cultivos de plátano,
yuca, arroz, maracuyá y piña, y de Puerto Lleras a San José del Guaviare los gigantescos
monocultivos de palma africana tornaban el paisaje multicolor en monocolor y la
gran variedad de cultivos pasaban a ser la monotonía de las palmas organizadas
con la máxima simetría posible. Este viaje nos convencía en cada kilometro que avanzamos
de la responsabilidad y de la relación que debe existir entre la universidad y
la sociedad, y del porque la Unillanos diciendo ser de carácter regional, debe
cumplir con unos deberes académicos específicos con cada uno de las zonas de la
Orinoquía.
Luego
de visitar CERES Makú en San José, pasaríamos por Granada y Castilla la Nueva,
para llegar nuevamente a Villavicencio en horas de la noche del sábado. De este
largo pero gratificante recorrido, nos trajimos las siguientes conclusiones:
- Los CERES no son grandes edificaciones, de hecho son lugares con máximo 6 salones, con falta de infraestructura, condiciones académicas optimas, sin bibliotecas, practicas ni laboratorios y con software muy desactualizado (algunos computadores tenían Windows 95).
- Los estudiantes están en un abandono absoluto para parte de la administración central, con condiciones académicas precarias e inexistentes de bienestar institucional.
- A pesar de estas profundas problemáticas, los CERES tienen gran pertinencia para la formación de los jóvenes de estos pueblos y ciudades.
- La Unillanos NO ha dado a conocer públicamente las razones y los estudios de pertinencia que la han llevado a descontinuar estos programas o por las cuales no ha abierto nuevos semestres en los programas que ya existen.
Además
de esto hemos asumido también una serie de compromisos con est@s compañer@s, no
solo como candidatos a la representación del CSU, sino como estudiantes de la
misma universidad.
- Es necesario conocer tanto las normas mediante las cuales se reglamentan los CERES y las condiciones específicas que vienen diariamente.
- Defenderemos fuertemente que en estas zonas de la región, en primera instancia no se descontinúen los programas (que brinda directamente la Unillanos) en los CERES, y en segunda instancia se presentarán las propuestas para crear sedes de la universidad en dichos lugares.
- Se hará seguimiento a las condiciones académicas en estas instituciones, tanto en el cumplimiento y la calidad de los docentes, como en el mejoramiento de los equipos de informática y de la creación y dotación de bibliotecas.
ESTUDIEMOS
Y LUCHEMOS
POR LA
UNIVERSIDAD QUE QUEREMOS
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