lunes, 8 de octubre de 2012

DE VISITA EN LOS CERES: Por la Universidad que Queremos

En la Unillanos nos encontramos alrededor de 5.676 estudiantes (según el pasado censo electoral), distribuidos en las dos sedes de la universidad en Villavicencio y en los 6 puntos donde hay CERES en regiones del departamento del Meta como Puerto Gaitán (Satélite Manacacías), Puerto López (Río Meta), Castilla La Nueva (Piedemonte Centro), San Juan de Arama (Macarena) y Granada (Río Ariari), y en el departamento del Guaviare en su capital San José del Guaviare (Makú).

Los CERES (Centros Regionales de Educación Superior) son lugares “dotados de infraestructura tecnológica de información y comunicación” que se establecen por medio de convenios entre los gobiernos departamentales y locales, el sector productivo e instituciones de educación superior que ofrezcan los programas académicos y sean las operadoras del mismo.

Aunque en la caracterización se enuncia que “la oferta académica debe ser la respuesta a un análisis de requerimientos específicos de la zona de influencia”, en cada uno de los CERES se ofertan los mismos programas de la siguiente manera: por parte de la Universidad del Tolima los programas de Salud Ocupacional y Administración Financiera. Por parte de la Unillanos los programas de Contaduría, Administración de Empresas y Mercadeo, aunque estos programas serán descontinuados por parte de nuestra universidad, de hecho en estos momentos solo se encuentran semestre de 7mo, 8vo, 9no y 10mo, en estas últimas carreras.

Con la preocupación de que se descontinúen este tipo de programas que permiten la cobertura académica y la oportunidad de acceder a la educación superior en zonas alejadas de Villavicencio, pero que siguen haciendo parte de la Orinoquía colombiana, nos preguntamos ¿Cómo es posible que la Universidad de los Llanos, no se haga responsable de la educación en estas zonas siendo universidad de carácter regional?


Dos razones nos impulsaron con un compañero a visitar en moto algunos de estos CERES, una de ellas fue conocer de primera mano las condiciones académicas y el nivel de pertinencia que tienen estos programas en sus zonas de influencia, y la segunda, la de dar a conocer y discutir con estos estudiantes nuestras propuestas y visiones de la universidad que queremos. Estos mismos compañeros nos planteaban vehementemente las precarias condiciones académicas y el abandono del que son víctimas por parte la administración, además de esto, nos decían que este tipo de programas, aunque con todas sus falencias, siguen siendo importantes y presentando gran impacto en la formación académica de estas zonas.


Nuestra travesía en moto inició el viernes en la tarde donde partimos directamente hacia San José del Guaviare, en las más de 5 horas de viaje pudimos conocer la geografía de nuestro departamento del Meta hacia la zona del Bajo Ariari, donde desde Villavicencio a Puerto Lleras eran mayoritarios los cultivos de plátano, yuca, arroz, maracuyá y piña, y de Puerto Lleras a San José del Guaviare los gigantescos monocultivos de palma africana tornaban el paisaje multicolor en monocolor y la gran variedad de cultivos pasaban a ser la monotonía de las palmas organizadas con la máxima simetría posible. Este viaje nos convencía en cada kilometro que avanzamos de la responsabilidad y de la relación que debe existir entre la universidad y la sociedad, y del porque la Unillanos diciendo ser de carácter regional, debe cumplir con unos deberes académicos específicos con cada uno de las zonas de la Orinoquía.

Luego de visitar CERES Makú en San José, pasaríamos por Granada y Castilla la Nueva, para llegar nuevamente a Villavicencio en horas de la noche del sábado. De este largo pero gratificante recorrido, nos trajimos las siguientes conclusiones: 
  •      Los CERES no son grandes edificaciones, de hecho son lugares con máximo 6 salones, con falta de infraestructura, condiciones académicas optimas, sin bibliotecas, practicas ni laboratorios y con software muy desactualizado (algunos computadores tenían Windows 95).
  •     Los estudiantes están en un abandono absoluto para parte de la administración central, con condiciones académicas precarias e inexistentes de bienestar institucional. 
  •     A pesar de estas profundas problemáticas, los CERES tienen gran pertinencia para la formación de los jóvenes de estos pueblos y ciudades. 
  •     La Unillanos NO ha dado a conocer públicamente las razones y los estudios de pertinencia que la han llevado a descontinuar estos programas o por las cuales no ha abierto nuevos semestres en los programas que ya existen.
Además de esto hemos asumido también una serie de compromisos con est@s compañer@s, no solo como candidatos a la representación del CSU, sino como estudiantes de la misma universidad. 
  •     Es necesario conocer tanto las normas mediante las cuales se reglamentan los CERES y las condiciones específicas que vienen diariamente.
  •     Defenderemos fuertemente que en estas zonas de la región, en primera instancia no se descontinúen los programas (que brinda directamente la Unillanos) en los CERES, y en segunda instancia se presentarán las propuestas para crear sedes de la universidad en dichos lugares.
  •     Se hará seguimiento a las condiciones académicas en estas instituciones, tanto en el cumplimiento y la calidad de los docentes, como en el mejoramiento de los equipos de informática y de la creación y dotación de bibliotecas.

ESTUDIEMOS Y LUCHEMOS
POR LA UNIVERSIDAD QUE QUEREMOS

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